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Las cámaras de los móviles y sus impredecibles consecuencias

Las cámaras de los móviles y sus impredecibles consecuencias

Lo que hay ver. Llego y veo esta noticia: "Varios detenidos por colgar un vídeo porno en internet cuyo protagonista era una menor". La historia es que ha empezado a circular por ahí un vídeo en el que cinco chavales se lo montan en un parque público, en Asturias, con una menor. El temita, consentido por la zagala, fue grabado con una cámara de móvil y colgado en la web. Claro, el padre de la chica lo ha denunciado y el resto lo podéis leer en el enlace.

Entonces es cuando comienza el debate sobre de quién es la culpa, si del/la gilipollas que se deja grabar con el móvil haciendo guarreridas o del hijoputa que lo cuelga en Internet. A mí me cuesta decidirme. Está claro que hay que ser tremendamente idiota para ponerte a hacer cositas marranas y dejar que te graben con el móvil. Pero también lo está que en ese momento te cueste pensar que ese vídeo lo verá todo el mundo en Internet, del uno al otro confín del planeta Tierra, sólamente con una sencilla conexión. Por eso, me parece gravísimo que llegue un notas y lo cuelgue, porque lo peor es que en apenas unos minutos, horas, el vídeo está tan repartido que es imposible eliminarlo.

El caso es que esta no es la primera vez. Os recordaré los más famosos vídeos y fotos (made in Spain) que han alcanzado la fama mundial.

El Pagafantas: Esta historia es curiosísima. Un tipo se hace tristemente famoso no por hacer la caidíta de Roma, sino por no hacerla. Dos amigos (chico y chica) están borrachos y fumados en casa de ella y se ponen a grabarse. Ella está más caliente que el cenicero de un bingo y se queda en tanga, y empieza a enseñarle las tetas al payo y a insinuarse, mientras el tío sólo graba y habla con ella. Alguien se hizo con el vídeo y lo colgó en YouTube. Legiones de bloggers y de foreros, además de bautizar al chaval como Pagafantas (por ser un prototipo del típico tío que habla y habla con una, le paga las fantas y luego no se la beneficia), desarrollaron un increíble torrente de insultos, mofas, montajes de vídeos (hay uno muy bueno en el que sale Franco -doblado- echándole la bronca al Pagafantas por no tirarse a la paya) y todo lo que os podáis imaginar. El chaval se dedicó a pedir por e-mail que no se metieran con él e incluso ella grabó y colgó en YouTube un vídeo explicativo. Total, 76.100 entraditas de nada en Google (si queréis ver el vídeo, poned ’pagafantas’ en el buscador y lo encontraréis por doquier. Paso de ponerlo aquí, es largo).

El niñato del Metro de Valencia: Aquí no hay guarrerías. Aquí lo que hay es un impúber del siglo XXI que, en un vagón de metro de Valencia, se pone a tocarle los cojones a un señor mayor sentado cerca de él, mientras un coleguita le graba con el móvil. El muchacho se está riendo de él, faltándole el respeto, poniéndole caras, hasta que al abuelo se le hinchan los huevos y placa-placa, la engatilla una hostia al zagal y le coge de la pechera. Otro ciudadano se interpone entre ambos y los separa (una vez sujeto, el niñato se pone chulo, claro). El vídeo tiene más de medio millón (repito: medio millón) de visionados en YouTube, 67.500 entradas en Google y miles de versiones y de montajes en los que se ve a gente famosa insultando al chaval. Parece ser que el crío fue localizado (su instituto, su casa...) e incluso hay colgadas fotos personales suyas, pero ya no sé más. Impactante. Este vídeo sí que os lo pongo (dos momentos impagables: la cara del chaval cuando se come la mascá -se pone blanco como el papel- y el abuelo quitándose las gafas y dándoselas a su mujer para seguir hostiando al criajo):

La orgía en el barco de la Armada: Hace ya un año, el buque de la Armada Española Marqués de la Ensenada saltó a la fama, y no precisamente por sus brillantes acciones navales. Fue el escenario de una grabación que dio la vuelta al mundo subida en Internet. En ella, una marinera y varios marineros se están grabando mientras hacen una fiestecilla en los camarotes. La cosa se va desmadrando y al final, un marinero y la chica son grabados mientras se conocían (en el sentido bíblico de la palabra). Follón del 15: Ella estaba casada y tenía un crío. La Armada los expulsó del cuerpo y el tema está en los juzgados de Cartagena.

Las pijas de la Alfonso X: Este quizá sea el más antiguo caso, pero no por ello el menos grave. Aquí no hablamos de un vídeo, sino de medio centenar de fotos. Os cuento: Tres amigas, compañeras de piso de estudiantas y alumnas de la Universidad Alfonso X de Madrid. Estaban aburridas y no se les ocurre otra cosa que ponerse a hacerse fotos con modelitos. Se crecen y empiezan a hacerse fotos picantonas. El caso es que salen en topless y bragas. Aquí comienza la leyenda urbana, pues parece ser que un amiguete de las chavalas pudo acceder al ordenador de una de ellas, se descargó las imágenes a un pen drive y las subió a la Red. Otros hablan de un novio despechado. El caso es que las fotos dieron la vuelta al mundo a la velocidad de la luz (y es que las chavalas, en especial una de ellas, está bastante buena). A mí, por ejemplo, me llegaron las fotos dos veces por correo electrónico. Se han hecho pps, viñetas, foros enteros. La leyenda urbana apunta a que las zagalas están deprimidísimas, que se han ido de Erasmus para poner tierra de por medio. Un flash.

Moraleja: Que una gilipollez de vídeo o de fotos puede joderte la vida. Y no exagero. Ya me diréis vosotros si el Pagafantas puede salir con sus colegas a tomárselas en paz. Y si el niñato del Metro de Valencia no está encerrado en su casa después de que le hayan llamado de todo o le hayan partido la cara (y no me extrañaría). Y si la marinera del Marqués de la Ensenada está tranquilita en casa con su marido y su hijo. O si las tres pijas de la Alfonso X pueden ir a clase con normalidad sin que TOOOODOS los tíos las miren y vean sus tetas al aire. A mí me parece todo esto una locura.

Así que, amiguitos, recuerden: Lleven cuidado con las cámaras de los móviles. Nunca se sabe cómo puede ser tu salto a la fama.

PD: ¿De quién es la culpa de todo esto?

PD2: Todos aquellos que quieran saciar su curiosidad y ver los vídeos o las fotos, a 'googlear'.

8 comentarios

edu II -

que nombre mas original el de pagafantas jeje!!
y que me decis de los niños gravandose haciendo Bulling...

Olga -

Yo vi el video de la chiquilla esta, y que quieres que te diga, la "guaja" en cuestión era bastante consciente de lo que hacía y hoy en día sabes de sobra que si te dejas grabar donde vas a acabar, es más a ella mientras no se enterara su madre le daba todo igual y encima la tia estaba preocupada por no manchar sus pantalones y si estaba despeinada.
En este caso mi opinión es, haz lo que quieras con tu vida sexual pero no te dejes grabar y si te dejas no protestes luego.
De los demás casos no hablo porque no vi nigún video.

cris -

Acabo de ver el video, y el señor no le da apenas, soy yo y le doy hasta hacerme daño.

Cris -

Todos no tenemos algo de exhibicionistas. Pero desde luego a quien lo cuelga a la carcel una temporada, y a colgar algo que haga él.

Edu -

Pues sí, colgarlo me parece grave, Lola, pero lo que está claro es que si no te dejas grabar, jamás saldrás en Internet.
Álex, y yo me pregunto: Por qué tanto follón con el pagafantas? Quién nos dice a nosotros que antes o después del vídeo hubo tema?
El muchachito del metro se llevó una buena guantá, merecidísima, pero que pueda haber gente linchándolo me parece excesivo.

Lola Gracia -

Qué quieres que te diga, Edu...a mi me parece fatal que alguien cuelgue una broma privada en la red. Es para meterlo en la cárcel, así de claro. Atenta contra la intimidad...Aunque claro, hay que ser tonto para dejarse grabar haciendo esas cosicas.

Alex -

Realmente, lo del pagafantas es para hjncharle a hostias. Estaba viendo el vídeo y gritándole a la pantalla... pero te la quieres follaaaaaaaar!!!!

Merce -

Poco se ha llevado el muchachito este del metro, para lo que se merecía.

Lo de colgar fotos y vídeos, me parece que en el fondo todos tenemos algo de exhibicionistas...